Uy el tema del precio, como cuesta cambiar este cliché.
Te prometo que me asombra que todavía hay gente que está convencida que tiene que ser el más barato para poder vender.
Estoy hasta por empezar la carrera de psicología y entender exactamente por qué aún siguen hoy en día tan aferrados a esa idea.
No hay semana que no me tope con uno o varios creyentes de esta religión.
Si les pregunto:
— Cuando vas a comprar el producto “X” que no conoces, y ves varias opciones, ¿con cuál te quedas? ¿El más barato o el más caro?
— Ninguno de los dos, algo intermedio.
Es el 99,9% de las respuestas.
Depende de cómo tenga el día, si me apetece perder el tiempo hablando con él o no, abro el debate o me voy.
Y cuándo me voy no te creas que el personaje se queda reflexionando.
Ni hablar, el a lo suyo, a ver si todavía puede bajar más el precio.
Pues de puta madre, estamos en una época que como todo está bajando de precio, bajar tu precio es una estrategia cojonuda para irte ya de vacaciones sin tener que preocuparte en el día de vuelta.
Cuando me quedo, y les digo:
— Macho, no te das cuenta de que tú eres el primero que no compras lo más barato porque crees que será de peor calidad.
Que no tiene por qué ser así, pero lo asociamos así, barato, malo, y caro, bueno.
— Ya, pero mi sector es distinto.
BUFFFFFF, joder, parece que nos hayan hecho con un molde.
Tu sector es distinto, tu cliente es muy serio, si hago eso tengo que cerrar en dos días, cómo voy a mandar eso, mis clientes son de clase alta…
Podría estar así hasta mañana.
En este punto podría introducir una historia para hablar de un mismo producto para que vieras el ejemplo de cómo varía su precio dependiendo del valor que no está dando en cada momento.
No lo haré.
No voy a meter la historia, vamos a ir más al grano.
Botella de agua de 33ml.
Precio en el súper, 0,40€ aprox.
Precio en el bar del barrio, 1€ aprox.
Precio en el chiringuito de playa, entre 2,50 y 3€.
Precio en un festival de verano, entre 4 y 5€.
Es exactamente la misma botellita con el mismo líquido dentro, no hay más.
¿Qué cambia? El lugar y tu sed.
Mucha gente dice yo no pago 5€ por un botellín de agua que en el súper cuesta 0,40€.
A las 4 de la mañana como tenga sed, pagará 10€ si hace falta.
Tu vendes un botellín de agua.
Porque tu producto seguramente existe y hay cientos de empresas que también lo venden.
Estudia bien dónde estás, mejor dicho, dónde está tu público, en el súper, en el bar de barrio, en el chiringuito o en el festival.
Si tu público está en el bar del barrio, no hace falta poner el precio del súper, estás cobrando 0,40 por algo que te pagarían 1€.
Y olvídate de lo que está cobrando tu competencia, es su jodido problema.
Tú le vas a dar a un tío que está en un bar una botella de agua para que se quite la sed.
Le estás solucionando su problema.
Eso tiene un precio.
Pon tu ese precio, que no lo ponga tu competencia.
Si quieres que estudiemos tu web y dónde está tus clientes potenciales, reserva una cita privada en la consulta mandando un correo.
Querido amigo, esto es todo por hoy.
Tu Dr. Pepe Persuasivo.
Te deseo un feliz sábado.
P.D. ¿Sabías qué Einstein nunca fue un buen alumno, y ni siquiera hablaba bien a los 9 años, sus padres creían que era retrasado mental?