Seleccionar página

Este fin de semana hemos estado de fiesta mayor en mi pueblo.

 


Ya sabes,

 

Atracciones para los niños que al final te cuesta lo mismo que una entrada a Port Aventura con el pase Express.

 



Unas atracciones que dan una sensación de seguridad, que el mal menor es bajar mareado.

 

Food trucks para cenar, que una vez hecha has hecho la cola y ya puedes pedir, se te ha ido el hambre.

 


Música en directo tocando el Ave María de Bisbal, y todos lo que fuimos a EGB como locos.

 

 

¡¡Viva el verano y las fiestas de pueblo!!

 

 

Y durante las fiestas mayores, además de costarme como si me hubiese ido a Ibiza el finde, también salió una clase de ventas.

 

 

Estos días cenar en el pueblo es como querer ir a la final de la champions, no pillas mesa ni en la reventa.

 

 

Así que decidimos bajar a uno de los chiringuitos de la playa.

 

 



Fuimos a uno que se ha estrenado este mismo verano y la gente habla muy bien de él.

 

 

Solo entrar ya te das cuenta de que los propietarios han intentado dar una imagen más de restaurante que de chiringuito.

 

 



La entrada desde el paseo al chiringuito es espectacular, una guirnalda de luces a cada lado, una decoración muy Zen con música ambiental te da la bienvenida.

 

 


Una vez ya en el chiringuito, su estructura de madera con forma de cabaña llama muchísimo la atención.

 

 


Las mesas y las sillas no sé lo que cuestan, pero no son las mesas plegables del decatlhon.

 

 

Resumiendo, se han dejado un pastizal que no me extraña que tengan que meter los palos que meten para que les salgan los números.

 

 

Una vez analizado y alucinado con el chiringuito y su decoración, vamos con la experiencia de comer en él.

 

 



La carta parece más la del Bulli que de un chiringuito de playa.

 

 

No recuerdo bien los nombres de los platos, tendría que haber hecho una foto, pero me quedé con el de la ensalada.

 

 



“A modo de ensalada, bogavante, tomates y corales”

 

 

¡¡¡A modo de ensalada!!!

 

 

 

Tenemos Marketing hasta en las ensaladas.

 

 

Aunque no tengas ni jodida idea de lo que te vas a comer, está claro que un “a modo de ensalada”, tiene que costar más que una “ensalada con bogavante”

 

 


Ahora, como quieras unos mejillones al vapor, unas bravas y calamares a la andaluza, en ese chiringuito vas apañao.

 

 

No por nada, es que no hay en la carta.

 

 



Ni en forma de mejillones, ni en forma de “a modo de mejillones”.

 

 



La comida realmente está buenísima, pero los cuatro que fuimos a cenar ese día entramos en un debate.

 

 



¿Qué nos gusta más esto, o el chiringuito de toda la vida?

 

 

Te digo el de toda la vida cutre, con una caseta que parece de muñecas dónde está la cocina, rodeado de congeladores porque es imposible meterlos dentro, y con un lavabo…

 

 


Ese lavabo en el que siempre hay valientes que entran descalzos.

 


Con ese líquido denso que hay en el suelo, que poco más y tus chanclas se evaporan al entrar en contacto con él.

 



Mejor ir al agua que a ese baño.

 

Pero hay una figura, que desgraciadamente se ha perdido…

 

 

El camarero.

 


Oh…

 


Ese camarero de camisa blanca llena de lamparones, pantalones negros, y delantal blanco hasta las rodillas.

 


Con su abridor en el cinturón para que nadie se lo robe.

 


Con unos sudores el pobre hombre que ni en una sauna.

 

Que cuando te tomaba nota, sacaba ese comendero y su boli y parecía Phil Collins tocando la batería.

 

De lo de la carta ya no quedaba nada, pero él te decía todos los platos que había tan rápido, que tenías que pedirle que lo repitiera 3 o 4 veces más.

 


Pero en ese chiringuito nunca faltaban los mejillones, las bravas, una jodida ensalada de lechuga y tomate, y para acabar de postre…

 


De postre, el helado de drácula.

 


Ese drácula, que se deshacía y te pringaba a ti, y a todos los que estuvieran cerca.

 



Pues todo eso no lo teníamos en ese chiringuito 2.0

 


Aunque te parezca mentira, como te decía al principio no he estado en Ibiza, y los 4 estábamos de acuerdo que para chiringuito de playa, nos gusta más este que el que sirve “a modo de ensalada”.

 

 


Lo más curioso viene ahora.

 



Cuando ya nos íbamos vino el propietario.

 

 



Lo típico.

 

 


¿Qué os ha parecido? ¿Habéis estado bien? ¿La comida os ha gustado?…

 

 



Este es su primer verano y quiere feedback.

 

 



Le dijimos la verdad, que todo espectacular y muy bueno.

 

 

¿Sabes qué nos respondió?

 

 

Qué iba a cambiar la carta.

 

 

Mucha gente le había dicho que la carta era espectacular, pero que la veían más para un restaurante “normal” de calle que no para un chiringuito de playa.

 


Moraleja.

 


Es muy importante saber bien dónde estás, a quién te diriges, estudiar muy bien tu mercado, tu potencial clientela, y ESCUCHARLES.

 



Este propietario se dio cuenta enseguida, y ya está poniendo remedio.

 

Muchos propietarios se quejan de que su web no les atrae contactos nuevos y/o ventas, pero es que su público igual prefiere una ensalada de toda la vida a un “a modo de ensalada”.

 

 

Si quieres saber si con tu web tienes el mensaje correcto para tu público objetivo, pide tu auditoria a consulta@drpepepersuasivo.com

 

 


Esto es todo por hoy querido suscriptor.

Tu Dr. Pepe Persuasivo.

P.D. Adivinanza.

Solo hay una pregunta que nadie podrá responder afirmativamente y diciendo la verdad.

 

P.D. Mañana la respuesta.

error: Content is protected !!