Ya estamos en verano.
Hoy estoy inspirado, ¿has visto?, seguro que no lo sabias que vives en verano.
Vale, si estás en la otra punta del mundo se está acabando, pero acá en España justo empieza.
Playa, chiringuitos, mosquitos, niños en casa, gente de color rosa que se ha quedado dormida mientras echaban la siesta en la playa, otros que todavía no han descubierto algo tan revolucionario para ellos, pero más para los que tienen a su lado llamado desodorante.
Y también está Ibiza, que no sé cómo lo hace porque mires a quién mires en su IG está en Ibiza.
Tendrán que empezar a traer arena para ampliar la isla.
Me imagino que los ibicencos que viven tranquilos todo el año ahí tienen que estar encantados con la llegada del verano.
Yo no estoy en Ibiza, pero al vivir en la costa cerca de Barcelona, ya se empiezo a notar el aumento de turismo.
Este pasado fin de semana junto a unos amigos nos fuimos a tomar algo después de ir a hacer el no sé qué, ya te lo contaré en otro post.
Total, que nos sentamos en la terraza del bar manolo.
No era manolo, pero castizo igual.
Y nos viene el camarero a pedir.
Resulta que no era Manolo, era Jackie Chan.
Realmente ya no sé por qué me sorprendo, cada vez hay más bares y restaurantes con estética de “nacional” y que luego el chinito.
Empezamos a pedir como podemos, porque ya sabes que hablan castellano como Beckham.
No paso mucho rato, y justo a nuestro lado se sienta una pareja de guiris.
De esos que normalmente están de color rosa, pero que en este caso todavía estaban blancos nucleares, el rosa se lo pondrían el día siguiente seguramente.
Guiris, bar de playa en España, calor…
¿Qué piden para comer?
Yes, paela.
Oh my god.
Paela a en el restaurante de Jackie Chan.
Te puedes imaginar la paela que era.
La paela valenciana autentica de toda la vida hecha por ellos.
Ah, pues resulta que no, ese día tenía que ser paela de paellador.
Unas paelas congeladas que las metes en una especie de horno que te da la marca y en unos 10 minutos la tienes.
Algo que para los solteros es una gran alternativa, pero si quieres tener un restaurante y ganarte la vida con él ya es más dudoso.
Pasa el tiempo de preparación y Jackie Chan les sirve la paella.
La paella es para mirarla y poco más, comerla ya es un acto heroico.
Pues ahí estaba la pareja comiendo su paela y diciendo entre ellos lo bueno que estaba.
Sí, no podía dejar de quitarles ojo, era bastante más emocionante que lo que se comentaba en mi mesa.
Para ser honestos, tengo que decirte que nunca la he probado, y para ser más honestos, también te diré que nunca la probaré.
Y no pude aguantarme más y les pregunté qué tal estaba la paela.
— oh, Good, Good.
No hay más preguntas señoría.
¡¡La encontraban buena!!
Mira, no sé si está buena, o si ni siquiera mis perros se la comerían, lo único que sé es la empresa de paellador factura unos 2.500.000€.
Y llevan más de 30 años en el mercado.
¿Qué quiero decirte con todo esto?
Pues que el producto es importante, pero ni de lejos es lo más importante.
¿Cuántas empresas habrán intentado sacar una paela de más calidad que paellador y han fracasado?
Pues eso.
La clave es cómo vendes tu producto o servicio.
No basta con ser bueno, tienes que parecerlo.
Si eres bueno y lo pareces cojonudo.
Si eres bueno y no lo pareces, vamos mal, no venderás.
Si eres malo y pareces bueno, no es ético, pero algo venderás.
Si eres malo y pareces malo, es bueno para la sociedad y malísimo para ti.
Esto es todo por hoy querido lector.
Nos vemos en la siguiente consulta.
Feliz jueves de verano.
Tu Dr. Pepe Persuasivo.
P.D. Un trabajador cobra por error 330 veces su sueldo y se despide de la empresa sin devolverlo.
Y tú, ¿qué hubieras hecho? Yo lo tengo clarísimo.